Friday, July 07, 2006

Oportunas Reflexiones

A pocas horas (menos de 48, porsia!) de la celebración del juego final del mundial de Futbol 2006, casi es obligado el dejar al menos una entrada al respecto.
De la estadísticas es realmente inutil ocuparse a estas alturas y en este reducto... vaya a páginas especializadas si es esa su mortificación; aquí me contento con asombrarme públicamente de cómo el evento logra capturar la atención de tantos... en mi caso de amigos, conocidos, alumnos, madre, tías, familiares, extraños... amores y odios parecen estar subyugados por la competencia.
No deja de maravillarme!
Este siglo XXI nos encuentra tan colectivos como siempre; locos por ser parte de algo... de una barra brava, una torcida ó un grupo de expertos.
El mundial, como pocos eventos, concentra a todos; bien sea porque de alguna manera idealizamos a los que compiten con una cierta envidia sana ó porque es algo tan sencillo de comprender y de involucrarse emocionalmente.
Soy un pseudo-fanático, con orgullo lo reconozco, pero más aun me veo como el pseudo-científico social observando cómo el colectivo uniforma emociones y acciones por el resultado de un hecho que ocurre tan lejano a la realidad física de la mayoría.
Quédome encantado de ver que en el fondo somos todos una parvada de niños aupando a nuestros heroes ó tomando posición en algún bando por simple diversión.
Hasta el Periquito se ha involucrado!!!
La magia del mundial es ya innnegable.