As you wish...

Soy un defensor activo del uso de la tecnología; en todos los ámbitos creo firmemente que es la puerta a mayores comodidades y beneficios... tarde o temprano.

Más no dejo de mirar gallineado a los procedimientos de cirugía estética. Entiendo la necesidad de procedimientos reconstructivos luego de accidentes y deformaciones ó malformaciones que conducen a disminuciones físicas, pero me cuesta concebir como necesarios el aumento caprichoso del volumen de los senos y gluteos, la demarcación artificial de los "chocolaticos" y toda la jaladera de pellejos e inyecciones de bótox de estos días.

Reconozco que en la dimensión física los dioses fueron generosos conmigo, sin ánimos de falsa modestia ni de vanidad desubicada, ya que no enfrento grandes limitaciones extraordinarias, pero además mi entorno supo educarme para estar orgulloso y feliz con lo que soy. Por momentos en mi vida, cómo y para qué negarlo, algunas partes de mi cuerpo me dejaban... inconforme; pero tanto la madurez natural como las dinámicas que he logrado armar (... me explico?) han borrado esas impresiones en mí.

Conidero mucho más allá del riesgo a la salud física por reacciones y explosiones internas de silicona, quienes me conocen saben que no es ese el aspecto que me inquieta; son las motivaciones que derivan en necesitar ser algo diferente a lo que he logrado ser, por un lado, y a estar en conflicto con lo que los dioses ó la naturaleza me han otorgado, por otro las que me hacen dudar y ver mal esa salida expresa a cambiarme por algo simplemente deseado. No puedo confiar en esos genios de lámparas con bisturí presto e implantes de catálogo.

Crecí con imágenes de héroes que determinaban sus posibilidades, tanto intelectuales como físicas cultivándose... sudando, viviendo y aprendiendo; la vida me hizo entender que también había que cultivar nuestra dimensión emocional y espiritual... y el resultado debería dejarme orgulloso! Por ello... desde esta visión jurásica que tengo y mantengo, no lo veo bien. Entiendo que debo verlo normal... apegado y convertido en norma social hasta bien vista; pero toda la postmodernidad no logra que lo sienta como algo necesario... ni siquiera conveniente!

Lejos estoy de condenarlo; sé que no soy quién para darme esa atribución, ni es mi interés... pero necesario me es marcar distancia.

pd: Sí Alex... que viva la silicona para tí.

Buen Año Para ser Culé!

LLegó la Tercera!!!

... de la historia y de la temporada, como la quieran ver.

Como bien me recomendó un colega quien apoya al Valencia...

  a gozar CULEANDO!!!

jajajajajaja

El Peso de la Palabra

Desde niño me enseñaron que cada quién es señor de lo que calla, esclavo de lo que dice y prisionero de lo que escribe; de allí que suelo ser automáticamente cuidadoso con mis palabras. Esto resulta particularmente útil en mi trabajo, porque ciertamente mi día a día es con públicos necesariamente cautivos en aulas de clase. 

Pero la idea que hoy me ocupa va un poco más a los otros públicos, a los de la vida cotidiana y que (sin desmerecer la huella que puedo dejar en mis niños) permiten que nuestras ideas vivan por más tiempo que nuestros cuerpos.

Las frases de los hombres son su mayor legado, a mi entender; de allí que la riqueza de los pueblos nace en las expresiones que han definido momentos clave en su historia.

Desde hitos universales inovidables como "Sólo sé que no sé nada", "... y sin embargo se mueve" y "Nunca antes tantos le habían debido tanto a tan pocos" hasta "A la camita", "Esto no termina hasta que se acabe" y "Vermut con papas fritas y Good Show!" nuestra conciencia colectiva atesora ideas magistralmente expresadas e interpretadas para las que el uso ha sido la mejor defensa contra la obsolescencia.

En un entorno más cercano necesario me es citar las 2 máximas que atesoro de mi Padre "Justifique, el que justifica menos arrecheras coje" y "Todo se resume a tolerancia y moderación; tolerar a los demás y moderarse uno"; las 2 máximas que legó mi Abuelo "¿Qué frontera para a la menta humana?" y "Yo era un carajito muy bonito" de donde me siento casi forzado a dejar 2 perlas propias de sabiduría concentrada! jajajajajaja

A mis gloriosos y no tan tristes 40 me atrevo a hacer públicas mis "Sólo soy aquello que me han dejado ser" y "Todos mis defectos son heradados". Me centro, necesariamente, en planos bien conductales y cuasi psicológicos que evidencian esa dimensión tan importante que busco proyectar en mi imagen pública; en contraste con mi padre quien busca una cierta armonía con la sociedad y a mi abuelo quien va y viene entre esos dos polos que soportaron toda una vida de maravillosa y siempre bien intencionada audacia y libertad.

Pero vuelvo a acotar que esas frases son para el uso razonablemente público, porque luego de haber vivido de cerca con tanto humano célebre, célibe y "selfcentred" (valga la oportuna y risible cacofonía!), sé que hay expresiones de consumo implicitamente íntimo que pueden resultar siempre más bellas y dignas de atención... De allí que me pregunto qué dirían los grandes de la historia en sus círculos más cerrados? ¿Cómo sintetizarían sus emociones para aquellos con quienes la pose era dispensable?

Cada idea que dejamos sea conocida debe, idealmente, ayudar a crear algo constructivo... innegablemente condicionado por la visión que del momento tenemos; pero sujetos como estamos a ese escrutinio no siempre bien intencionado del colectivo, justo es cuidar tanto los términos como el contexto y propósito de nuestras declaraciones porque seguramente por ellas tenemos mucho chance de ser recordados!

No puedo retirarme sin recordar en esta instancia:

"Esto es la guehrra!" (*fonéticamente corregida)

Devoradores el Futuro

Con todo y lo grotesca que luce la imagen de Saturno, magistralmente lograda por Rubens, la implicación del miedo hacia las nuevas generaciones es algo tan antiguo, lógico y paradójico como la misma humanidad.

Cuando vemos a los relevos que están formándose en las escuelas, liceos y universidades... pues tanto encontramos razones para confiar como para temer del mundo que estos líderes lograrán construir. necesario es aclarar de entrada, recordar más bien, que soy un tipo optimista; de donde, sin llegar a la teodicea, reside en mí una omnipotente esperanza en el instante por venir. No puedo desconocer que los días que vivimos, los trabajos que hacemos, las prácticas sociales y (horror de horrores) las dinámicas interpersonales y sexuales que son norma, harían que a mis abuelos les diera "la vaina", por decir lo menos; de donde asumo que cada nueva camada de humanos se enrumbará por sendas aterradoras para los viejos. Pero más allá de las formas, confío en el fondo... y en la inteligencia del colectivo para adaptarse y buscar ese bienestar básico del colectivo.

Las figuras que sirven de referencias culturales en todo el planeta tenían indiscutiblemente usos que contravenían a su entorno... de allí que destacaran! Quienes hacen de la defensa del status quo, es mi opinión, terminan perdiéndose en anonimatos tristes y productivos sólo para círculos muy cerrados. Al final los que sueñan, desafían, exploran, inventan... transgreden; son quienes dejan huellas dignas de ser seguidas y definen las reglas de los tiempos por suceder.

Acepto que más de uno, como dice el chiste aquel, se pregunta eventualmente si la acción de Saturno era una prudencia extrema... pero válida; locos habrá siempre!

Más por mi parte... con todo y los horrores que sé que serán cimentados por la trivialización de tanta cosa rara... amparado en mi confianza en los dioses que no me desamparan... sigo portando una sonrisa como armadura básica contra la incertidumbre de ese mundo que no termino de entender, pero que me seduce e interesa.

Sigo confiando en el fruto que los chamos de ahora construirán... defiendo su derecho a equivocarse e inclusive de mandarlo todo al vacío... a tener su oportunidad de hacer y deshacer... aunque ignoro si pueda ó quiera compartir esa realidad.

El ojo del Turista

¿Cómo identificamos al entranjero que recorre nuestra urbe?

¿Qué señas inequívocas exhiben los turistas en cualquier lugar del mundo?

Para comenzar miran diferente todo lo que nosotros damos por normal; descubren belleza hasta en las piedras más insignificantes de nuestra ruta cotidiana, se detienen con manifiesto interés y curiosidada ver una manada de perros que cruza una plaza y que despertaría en nosotros miedo, detallan hasta el absurdo las fachadas de las casas y templos que simplemente nos ofrecen sombra para caminar...

La mayor parte de mi vida la he pasado en Barquisimeto, una pequeña ciudad del centroccidente de mi Venezuela que no destaca precisamente por ser un destino turístico de primer órden, pero que eventualmente también es recorrida por alguno que otro forastero.

Pero por fortuna... he sido turista!

Mis pasos han servido para recorrer calles de diferentes latitudes y mi bocota se ha abierto en demasía ante mucho edificio habitual para los lugareños. También he sentido la emoción, poco agradable por cierto, de la amenaza de rincones extraños y de individuos más raros que un gato verde (como acotaría el Periquito).

No obstante, el motivo de estas líneas es por la ventaja que significa esa percepción de extraordinariedad que para el turista resulta natural. Esa perspectiva hizo que viviera 3 magnificos años en Caracas... siempre me seguí sintiendo un extraño, en ningún momento dejé de ver todo tan diferente... tan especial y por ende interesante, atractivo y seductor. En verdad fue un acierto inocente que los dioses me permitieron lograr y mis fines de semana eran de museos, parques y tiendas, como un típico turista! Para bien y para mal me quedó tanto por descubrir que aun teniéndola a míseros 400 kmts (míseros al compararlos con los que me separan de otros destinos anhelados; léase marruecos, españa, nueva inglaterra, escocia, baires...) es una gran ilusión que me causa el acercarme a la sucursal del cielo, aunque sea por trabajo.

Reza un dicho popular que la belleza está en el ojo del espectador... para mí, lo extraordinario está en el ojo del turista.

Camaleones

La necesidad de ser aceptado está vinculada con nuestra esencia gregaria, de eso no me queda duda alguna; sin embargo, esa intención de pertenencia nunca la he visto abordada de forma más inteligente, divertida e irreverente que en la película Zelig, de Woody Allen.

La idea de un hombre capaz de transformar su apariencia física radicalmente en segundos, era una invitación exquisita a mirarnos en el espejo de cuanto somos capaces de sacrificar de nuestra identidad para minimizar el conflicto con el medio que nos rodea.

La postmodernidad nos trajo a Jarod, otro personaje con esa habilidad... pero no a nivel de apariencia, sino en sus aspectos conductales y sus habilidades derivado de una suerte del método de Stanislavski refinado. Pero este nuevo individuo camaleónico (uno entre muchos, según nos vendía la historia) era movido explícitamente por una tendencia al heroismo, a la ayuda del necesitado.

Sin desconocer las grandes verdades insinuadas, mostradas y gritadas ...y rondando otra vez por aquellas calles oscuras de Alex Proyas, justo es reconocer que lo que somos y podemos ser y hacer, depende de cómo nos vemos y cómo nos ven los demás.

La imagen cuenta y quedarnos con la teoría que tajantemente dice lo contrario es infantil, por ser indulgente; pero también es fundamental la confianza que en nuestras capacidades tenemos. La experiencia es el típico camino para reforzar estás últimas, pero quienes aprendimos a asumir las vidas de otros y realidades alternas... podemos entender que algo de esos caminos podrían sortearse.

Nuestra identidad es reforzada por las respuestas que recibimos del medio que nos rodea... eso es verdad; de allí que resulta lógico que constantemente hagamos cambios ó ajustes tendientes a estar mejor con nuestra realidad inmediata (costumbres e imagen corporativa cuentan).

Lo delicado siempre es saber hasta cuando, hasta donde y por qué lo hacemos y dejamos de hacer.

Qué tan camaleónicos nos conviene funcionar...

Cuestión de Perspectiva

Mientras vivimos estamos sujetos a la dinámica implícita del Status y el Rol; léase lo que somos a ojos del colectivo determina tanto los privilegios que disfrutamos cmomo obliga a estar atentos a lo que se espera que hagamos.

Ahora bien... justo es reconocer que un determinante muy fuerte es la edad; si pensamos en un niño muy pequeño es casi lo mismo que en un anciano muy viejo... en ambos casos hay una sobreentendida aceptación de sus ilogicidades al asumir que es lo que de ellos podemos esperar. Sin embargo, los que estamos en medio de esas edades extremas... sí que la tenemos particularmente dificil.

Mucho se dice y desdice de actuar acordes a nuestra edad... pero olímpicamente se menosprecia tanto las responsabilidades que de forma extraordinaria pueden pesar sobre nuestros hombros como los privilegios ó derechos que hemos logrado conquistar y que nos sacan de los status y roles tradicionales.  

 

Pero hay un cuento... jejejeje

En una reunión en la UFT, una de tantas loqueras en que termino metido, el nunca bien ponderado Carlos Vasquez lanzó una idea que en verdad me impactó en un principio... me divirtió luego... y finalmente me trajo hasta aquí.

En un momento él hablaba de los jóvenes involucrados en el proyecto, mientras él mismo se identificaba junto a otros presentes, como "no jóvenes".

Carlos acotó al momento que él estaba en la "Adolescencia de su Vejez". Reimos... y no puedo dejar de reconocer la genialidad del concepto, mismo que escuchaba por vez primera, mientras derivaba en la verdad implícita al hacer notar que la cosa es sólo un detalle de perspectiva.

Entonces, bajo ese enfoque, con mis 40 a cuestas, me ubico en la Niñez de mi Vejez!

Siempre he luchado por ese reconocimiento de "viejo" porque en muchos círculos en donde participé, la falta de experiencia fue con frecuencia una razón de desestimación de opiniones; con el consabido y jamás bien recibido "es que usted no sabe de eso" ó el "es que eres muy jóven". 

Celebro entonces este atajo que he descubierto!

La Epidemia

No puedo, ni quiero bajo ninguna circunstancia, hacerme eco de las voces alarmistas sobre la gripe porcina esta... he evitado el tópico, así como abiertamente lo hago sobre política; pero me resulta atractivo ocuparme de esas visiones que tenemos preconcebidas sobre un final de la vida humana en la tierra por alguna enfermedad extraña e invencible. Nuestra salud física termina siendo como el fuego... un potencial enemigo poderosísimo. Entiendo que esto deriva de la incapacidad real que tenemos de controlar esas instancias ínfimas de la realidad.

Por más saludables que puedan ser nuestros hábitos, por más cuidadosos y hasta paranóicos que podamos ponernos, el estar vivo implica el riesgo de morir... como individuo y como colectivo. El detalle es que estamos logicamente preparados para la muerte de todos... pero por separado!

Simplemente el imaginar que la humanidad toda pueda desarecer en un período corto de tiempo es duro de asumir. De allí que sirva de base para mucha película y libro de terror por sí solo; pero al recordar la teoría de los Doce Monos (aquella del año 95 de Terry Gilliam, con Bruce Willis, Brad Pit y Madeleine Stowe) veo que si algo nos resulta obvio es que muy probablemente de desaparecer el hombre... el planeta pudiera tenerla más fácil. Tmabién está la renovada del Día en que la Tierra se Detuvo... igual de criticada en este remake protagonizado por Jennifer Connelly y Keanu Reeves, en donde la cosa va por el mismo rumbo.

Pero moderno en la postmodernidad, como gusto considerarme, tengo un arranque optimista y creo firmemente que sí tenemos herramientas para continuar poblando (contaminando, aprovechando, padeciendo... como quiera llamársele) al planeta por mucho rato más. La misma tecnología que nos está poniendo al borde con males nuevos y mutaciones y variaciones de viejos enemigos... nos terminará sacando de ese peligro peluo... puede que para llevarnos al riesgo horrible ó al abismo espeluznante... pero de que nos sacará del lío inmediato, no me quedan dudas.

También me resulta claro que luego de dejar de discutir por clonación, trangénicos y esteróides, podremos sacar mejor las cuentas en qué aprovechar de la forma natural y qué buscar en los laboratorios. No se puede negar tampoco que el solazo que reina en muchas latitudes del planeta, mi querido estado lara entre ellas, es casi letal para los animalitos en que nos hemos convertido la mayoría; pero en eso trabajamos a diario también como grupo.

Soy un tipo conciliador... ergo, de ambos escenarios creo que hay cosas para rescatar porque si nos apegamos totalmente a lo natural simplemente estaríamos desechando siglos de ciencia e investigación.

Esa vida que tememos perder, debe ser defendida con todas las armas posibles; para esta y para cualquier epidemia mata gente que venga.

Memorable

En estas tierras se celebra hoy el día de las madres. Mi mamá me ha visitado y brindado el chance de cocinar para ella.

Tengo la fortuna de hacerlo con frecuencia, más sin embargo siempre resulta en una oportunidad mágica de experimentar sabores, texturas e ingredientes amparado por la complicidad de estar con quien tiene más tiempo que nadie tratándome!

¿Verdad?

jajajajajajajaja

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Puntualmente en este domingo inventé con una perlas de tapioca que compré en mercadito chino hace una semana; el resultado fue... inesperado. El sabor estaba bastante suave... pero terminó armándose una suerte de engrudo de aspecto atemorizante... que igual disfrutamos mucho!

Entre risas y comentarios las escalopinas de cerdo y la ensalada hicieron una combinación muy buena; mientras escribo estas líneas esperamos por el cuajado de un helado de mora que se está resistiendo al éxito.

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Ahora; la razón de estas líneas, aparte de compartir la alegría de la ocasión, es el hacer notar el valor de hacer de los momentos algo memorable. Algo especial de lo que podremos hablar durante mucho tiempo. Es sencillo entenderlo para comidas y reuniones particulares, pero qué maravilloso sería que por entender que toda oportunidad es valiosa y potencialmente irrepetible, busquemos "marcar" los momentos cotidianos.

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Desde ese suspiro profundo y gratificante que hacemos al abrazar en la intimidad al ser amado luego de haber podido sentirle uno con nosotros... hasta el rápido, simple y aparentemente intrascendente saludo a distancia que damos a alguien en público, deben ser rescatados del olvido tanto en la forma como en la intención con que vivimos para enriquecer nuestra vida, persente y futura!

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Vale el llamado de atención sobre este punto... sin ánimos de presentarme como el inventor del agua tibia, porque hoy y siempre lo más nuestro aquello que podemos atesorar en nuestro corazón.

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pd: Feliz Día a las Madres de Todos!!!

Las Trillizas del Belleville

Nunca fue tan grande el amor como cuando Souza y Bruno cruzaron el Atlántico en un pedalbote siguiendo al Paquebot en donde habían secuestrado al niño...

Sólo así puedo empezar estas líneas, robándome el formato que usara en su oportunidad nuestro magistral y siempre recordado Aquiles Nazoa... y no exagero!

Volver a ver esta película termina siempre dejándome maravillado. Lo rico de la historia, la maestría del uso del formato, los exquisitos detalles y unos personajes tan bellos como inolvidables me conducen a estas líneas.

Sylvain Chomet logra en su primer largometraje hasta el reconocimiento de hollywood con una película animada en formato clásico que teniendo un sabor tan europeo supo conquistar nuestras mentes y corazones. La odisea intercontinental de Madame Souza y Bruno, aliados con las Trillizas y enfrentado a una suerte de mafia Francesa, porque el concepto MAFIA necesariamente no aplica; acaba siendo un disfrute apto para todas las edades.

Un final inmejorable... romántico y con un triunfo tan creíble, corona todo un viaje mágico y maravilloso por una nueva mitología rica en imágenes y emociones.

A varios años de su realización y estreno, atrévome a incluirla en cualquier listado de las tantas mejores historias para ver en el cine.

Con mucha satisfacción les dejó el enlace
La Página

pd: Por más que lo intente, sé que me quedo corto en elogios y gratitud.

Mi fé

Desde la simple oración privada y silenciosa, pasando por el mantra repetido durante todo el día, hasta la ofrenda ritual de algún animalito vivo, la fé es algo tan humano como la duda.

Gusto de explorar, por pie propio y por los relatos y comentarios de otros, esos caminos siempre maravillosos en donde el corazón y cabeza del hombre no son suficientes. Y señalo la fé en su dimensión personal, como recurso válido para que un humano confie en algo sin que medie la razón.

Soy un politeista confeso, exactamente lo contrario del "ATEO" que me suelen endilgar, porque acepto la existencia de varios dioses... lo que me deja en la posibilidad de escoger a cual rindo honores.

Así como muchos creyentes estoy seguro de haber conocido ó tenido contacto entidades sobrenaturales... y entiendo que no es magia... ergo, tengo mi fé!

He visto como mis ruegos han servido para cambiar la realidad inmediata, he recibido milagros!!! y acepto que es una gracia del dios al que rindo culto (en el perfecto sentido de la palabra). Uso los símbolos, observo un código y trato de ilustrarme sobre la historia antigua de las correrias de los protagonistas de las fábulas y cuentos que buscan educarnos y prepararnos para el fin de los tiempos. Creo que ese fin llegará... confío en esa vida que me espera en el más allá de la muerte física que por ahí me viene y dedico mis esfuerzos en ser digno de llegar a morar entre los dioses y mis semejantes virtuosos. Hasta tengo hermanos de fé!!!

¡Loado sea Odín por ello!

¿Acaso puede algún hombre de bien reprocharme sólo porque no sigo su misma senda?

Pués sé que sí... para aquellos que no aceptan que pueda haber más de un camino estoy equivocado; en virtud de lo cual ó bien termino siendo indigno u objetivo de salvación.

Mi visión... esa tan mia, me hace aceptar hasta a aquellos que me rechazan porque sólo les veo anotados en un equipo diferente. Mi percepción de la divinidad me permite ser incluyente... es la virtud de estar en la postmodernidad lidiando con problemas tan antiguos!

Esteh...

JAJAJAJAJAJAJA

REAL MADRID 2 - F.C. BARCELONA 6

Sobran más palabras!