Monday, March 08, 2010

Exposición a Excesos

Se hace ya normal las infinitas posibilidades de consulta, búsqueda, pesquisa... ó "minería" como se le dice ahora en estos predios de tecnología; pero de esta suerte de todo, no es raro salir con las manos tan llenas que realmente están vacías.
Así como es obvio que no existe un recipiente con la capacidad (y propiedades, valga la incisiva acotación) de contener al todo, la miríada de opciones que enfrentamos en internet resulta un océano infinito.
Tantas ópticas posibles... tantas realidades válidas... tanto ángulo diferente, por momentos aparentemente contradictorios... la cosa es difícil de manejar.
Ahora bien... ninguna otra explicación se me antoja más sencilla que esta situación que tan frecuentemente confrontamos para volver sobre esa necesidad vital de delimitar el alcance de nuestras exploraciones, de reconocer los límites útiles de nuestro horizonte. Porque así como resulta obviamente imposible conocer todos los detalles de todos los temas comprensibles -que ya de por sí es un subconjunto bien restrictivo-, toda reflexión y consulta debemos hacerla con la clara intención de detenernos a tiempo.
La vida es así, el trabajo es así, nuestra capacitación y crecimiento es así! Potencialmente infinito, pero necesariamente acotable. La caída, física y funcional, de las fronteras y estos tiempos de tanta peligrosa igualdad obligan a ubicar nuestros objetivos realmente alcanzables y de provecho.
El universo que está al alcance de mis dedos es tan vasto que la mayoría de las veces ese exceso de opciones, bien sea por agotamiento de la batería, del tiempo o de la plata, me obliga a dejar todo para una nueva oportunidad... puedo sumergirme en innumerables bibliotecas, revisar resultados y comentarios de experimentos que una élite ha realizado, mirar por múltiples ángulos las obras de autores viejos, nuevos, vivos, muertos y hasta ficticios... y con todo lo satisfactorio que pueda resultar esa orgía de datos, acabo con algo de saborcito de tiempo no tan bien invertido.
Me gustaría dejar alguna suerte de conclusión... pero la empresa me sabe a muy bonita e inútil; me contento con reírme por fuera y por dentro de esta realidad que una vez más me ha tocado vivir hoy.