Magnifica sorpresa resultó esta película que Luís Estrada realizara en 1999; más aún cuando la sentirme movido a escribir algo me encontré con que la cinta generó (tanto por la forma como por el fondo) una polémica tan elevada que se acepta que derivó en la renuncia de Eduardo Amerena, director del Instituto Mexicano de Cinematografía en su momento.La historia, tan latinoamericana que dió escorzor en esas esferas en donde reposan las facultades de censura y de abuso, presenta la precipitada corrupción de un “tontico” que designan para cubrir la conducción de un poblado rural ante cercanos comicios.
Con las referencias comunes en esta América de historia repetida, de despropósitos recurrentes y en donde la corrupción parece ser el único camino de ejercicio del poder;
La historia sigue dejándome el gusto del cine cuidado y exquisitos sabores otras tierras.Una crítica vigente y valiosa que renueva ese cine latinoamericano de posiciones serias ante una realidad dura y casi ofensivamente risible.
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