
Desde los años en que pude aprovechar el saber leer, los textos de Jardiel Poncela nutrieron horas de disfrute y cimientos de vida; de su mano pude conocer a un "Dios de Sinahí" lógico y cercano a la dimensión real de los hombres, entendí a la figura de Don Juan a la luz de sus desventuras y carencias reales... en su ausente compañía descubrí mucho del castellano, las ideas y extrañas situaciones que aún me maravillan.
Ignorante de muchos detalles, le admiré por desde el primer momento... al acercarme más a su obra comencé a idolatrarle.
Para el año 2001 mis dioses hicieron posible que mis pasos me llevaran a una Madrid muy amable en donde celebraban el Centenario de su nacimiento; invaluable fue el privilegio de asistir a 3 montajes de sus obras (Usted tiene ojos de mujer fatal, Eloisa está debajo de un almendro y Madre, el drama padre)... y me perdí de Una noche de primavera sin sueño porque no podía quedarme en Pamplona una semana de vago!
Sin embargo, entendía para ese entonces (bendita sea la inocencia, propia y ajena) que no sería extraño al estar en España tener acceso a esos gustazos... hoy entiendo la gran fortuna que significaba la oportunidad y lo precisa que acaba siendo mi estancia en esas tierras a donde aspiro volver a tornar.
Esta entrada ha sido demorada mucho... porque al pensar en hacer justicia cada vez son mayores los motivos para seguir leyendo, buscando y maravillándome por su inigualable maestría.
Me descubro uno entre muchos quienes le queremos seguir leyendo, porque afortunadamente es mucho el material que sigue en pendiente, y que nos escandalizamos por los ataques de qué fue víctima.
Atesoro como nada igual un gesto maravilloso de su nieto...
Para detalles formales de su obra y elementos destacables, dejo los enlaces de rigor