Ahora entiendo...

Hace unos años Robert Redford llevó a nuestra realidad colectiva el escándalo que los concursos de preguntas y respuestas “sufrieran” al evidenciarse lo amañado que estaban en la película The Quiz Show. Disfruté, como muchos, de la cinta pero además cambié radicalmente mi actitud hacia estos programas. Dejé de verlos como “la oportunidad de un cualquiera para ganar” y terminé entendiendo que es simplemente otro escenario más para el entretenimiento vacío.
Sin desmerecer, en honor a mi madre, que pueden llegar a instruirnos... no dejo de pensar en que al final todos terminan “actuando” en lugar de viviendo.
Así como la película de Redford me cambió para ser crítico... la reciente emisión de un concurso local me ha llevado a entender lo necesaria que es la manipulación de la realidad de esas competencias!
Los competidores parecían estar enfrascados en probar quién ignoraba más y mejor!
Llegó a desesperarme la falta de un mínimo de sentido común y lógica... era algo ciertamente procaz!
La animadora, obviamente agraciada, ya no sabía qué hacer para orientar A LAS SEIS PERSONAS que dudaban y callaban... en el mejor de los casos.
Espantado seguí surfeando canales...
pero algo dentro de mí me repetía: “Ah... entendiste entonces por qué hay que arreglarlo?”

Sí... porque el tener el tiempo y la voluntad de ir... ya dice algo comprometedor del concursante.