"La vida de un hombre puede medirse en los puentes y puertas que ha cruzado"
T. H. Lawrence
Suelo defender la conveniencia de quedar en buenos términos al irme de los lugares que visito... entiendo que las relaciones que forjamos durante nuestra vida deben buscar acercarnos a otros... crear oportunidades de estar mejor y de ser útiles a los demás... ó por lo menos de hacer en algo gratas sus horas. Bajo esta premisa construyo y mantengo puentes funcionales y puertas abiertas.
Sin embargo, justo es reconocer que esta tarea no es para nada sencilla en estos colectivos tan frecuentemente penetrados por timadores y oportunistas de todo tipo en que participamos a diario. Sin desconocer, además, todas las amenazas y peligros "naturales" que implica el vivir en estas cuidades y campos... la realidad pareciera ponerlo cuesta arriba; pero allí mismo es donde podemos encontrar las mejores oportunidades para comenzar a cimentar esas bases. Así como en la cola del banco resulta obvio comenzar a hablar con quién está junto a nosotros sobre el clima, la lentitud del cajero ó el clásico "la situación está dificil", en muchas instancias de la cotidianidad es sencillo encontrar justificaciones simples para acercarnos al prójimo... para ese tender puentes que tanto defiendo. Luego de hacerlo... viene el mantenerlos en buen estado!
Vivo orientado por valores que juzgo nobles... trato de brindar lo mejor de mí en cada instante, conciente como estoy de la fragilidad de mi vida y la ajena, de lo irrepetible que puede ser el momento y de lo importante que es una visión clara del valor de las oportunidades.
Me permito creer, de una manera práctica, que si logramos multiplicar ese enfoque de centrarnos en lo que nos acerque más que en lo que nos aleje, maximizariamos la posibilidad de estar mejor como grupo.
