Friday, September 11, 2009

Sorpresa Esperada

Han vuelto a florear las orquideas. A pesar de muchas ausencias, de agua entre las más significativas, los esfuerzos por la recuperación del jardín comienzan a rendir frutos. Este ejemplar iluminó una mañana y sigue reinando en el patio.
No obstante, esa alegría por su aparición, después de varios meses de verdadera espera sin haber tenido el privilegio de semejante belleza en mi jardín, volvió a encararme con una situación que sopeso desde hace ratico... la tendencia casi natural a adaptarme a algunas carencias.

Trato por todos los medios de cuidar mi bienestar... cultivar la buena disposición a las bondades de la vida y el optimismo hacia los tiempos por venir. Mucho he pregonado que la paciencia es el arma más poderosa de mi arsenal... Lo terrible es que como la cosa es en serio, surge entonces una capacidad de adaptación que aún ignoro si es oportuna.

Hay días, en verdad los vivo, en los que aquello de "cobijarse hasta donde llegue la chamarra" termina casi que llevándome a tener más calma de la prudente; hay momentos en los que una pequeña parte de mí en verdad duda sobre la conveniencia de un poco más de ambición... pero aparece entonces tanta verdad sabida... tanto conocimiento profundo de desestimación a esas carreras y temor a los costos que seguramente implicarían, que honestamente vuelvo a sonreir mientras me adapto y espero. Acallo el impulso de correr a apretujarme entre tantos y de sacrificar la alegría de un momento por reclamar por cosas que terminan siendo... tonterias.

Toda la vida es ilusión... lo sé; pero está una paradoja muy dentro de mí casi porque hay momentos en los que quisiera poder ser víctima de más engaños que me hagan presuroso, ansioso, desesperado... acaso será para sentirme menos solo?

Hoy sonrio... pero mientras lo hago, sigo pensando en esa duda.

1 comment:

Nani said...

los cambios son necesarios, no importa cuánto temor tengamos de lo desconocido. Cuidado con ciertos tipos de "adaptación".