Resentido Comercial

No es tan tenue la línea que separa una reacción impulsiva contra algo de un encono intencionado.
En este occidente del siglo XXI hemos desarrollado toda un teoría sobre el perdón y la excusa de los errores que frontalmente se opone al mantenimiento de resentimientos y rencores... para variar, no estoy seguro que sea el único camino saludable al respecto.
No me refugio ni defiendo la ley del “ojo por ojo”, enfoque por demás explícitamente destructivo, sino que considero que la tendencia al perdón invita al olvido de los errores que cometemos y de los abusos de que nos sentimos víctimas; y en ninguno de los dos casos me parece positivo el “pasar la página”.
Particularmente en la prestación de servicios al cliente, en casi cualquier local comercial cercano, es extraño encontrar verdadero buen trato; resulta casi entendido que quien nos ofrece su trabajo nos está haciendo un favor... y casi nos halaga al consentir satisfacer nuestra necesidad del bien o servicio que comercializa. Allí es donde cada día veo con menos buenos ojos el “olvidar” ó el “tratar de entender que es sólo un error”. Como consumidor me siento más llamado a no volver a poner pie en donde me siento mal tratado que a probar nuevamente “por si acaso era que tenía un mal día”. Esta política me ha llevado a romper con vínculos y costumbres de compra que han supuesto también algunos problemas de logística... pero me resulta inaceptable que el barbero que me ha atendido desde hace 15 años ignore olímpicamente que tengo más tiempo esperando que otro cliente ó que la señora de la esquina le niegue un vaso de agua a un niño porque no ha comprado nada esa mañana. Allí no negocio... en el prefecto sentido de la expresión me llevo “mis asuntos a otra parte”. Realmente me es mucho más incómodo continuar allí que buscar una alternativa.
Apuesto, de forma romántica muy en mi interior, porque las leyes de oferta y demanda operen y las cosas mejoren para los que vengan detrás... porque yo no vuelvo!
Luego, estando solo, dudo... “¿Seré un resentido?”... “Sí, decididamente sí lo soy”