Hoy el escándalo es con el 13avo mulo. Desde la distancia, como otros tantos, limítome a reflexionar ociosamente sobre el caso.
Nuevamente los esteroides, pero ahora con un mea culpa que sinceramente me sabe a embuste.
Reconozco y mantengo que lejos estoy de enfrentar las presiones del día a día de un atleta profesional... más aún de una verdadera estrella del deporte.
Ya anteriormente defendí la necesidad de tratar a esos activos públicos de la cultura y el sentir popular con medidas propias y específicas para su realidad... por eso mismo esos actos de "humilde reconocimiento de mal proceder" los veo feo.
Se trata del beisbolista mejor pagado del planeta... de un ícono de la actualidad, ergo ejemplo para tantos inocentes; nadie siendo muy radical llega lejos, eso también lo sé; pero más honorable me sabría si aceptara el cargo y se hiciera a un lado. Un muy maduro: "ok, lo hice... y como sé que así no debe ser, me voy".
Pero como obviamente no es el caso... de donde tendría que ser el comsionado quien lo expulsara! Claro... lejos han quedado, para un poco de bien y mucho de mal, los días en que las autoridades del diamante sacaron a los 8 medias negras, verdad Aramís?
Déjote el regalito, por cierto!
Hoy el señor dinero controla esas situaciones con más detalle... y rapidamente los expertos invitan a "esperar la reacción en cada parque".
Ese sí es el mayor y descarado pitorreo!
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