Disfruto de reir... en eso soy bastante normal!
Por eso mismo gusto de recrearme en chistes viejos, situaciones graciosas y películas que me han divertido... más sin embargo, de allí la razón de estas líneas, el efecto que llegan a producir puede cambiar para la segunda o tercera vez...
Haberme encontrado con "vacios de genialidad" ó "ausencias de gracia" me dice que ciertamente se han operado cambios en la manera en que asumo el chiste... o la payasada. No todos los días andamos con el mismo ánimo, eso es indiscutible; tampoco desconozco que el efecto de "la primera vez" es irrepetible... pero más allá de la actitud hacia la situación graciosa, el efecto real del chiste creo que lo analizo diferente con el paso del tiempo.
Esto me ha llevado a pensar en dos explicaciones:
Primera y obvia: mientras más viejo me vuelvo, más cínico termino siendo; ergo, menos cosas me pueden alegrar en ese órden.
Segunda y un poco más rebuscada... No todas las causas de mis risas eran realmente buenos chistes!
La sorpresa... la ingenuidad... el choque de conceptos... juegan a favor de la risa fácil; pero el verdadero chiste no precisa de ignorancia ni de candidez, la risa siempre estará allí... y si el motivo es realmente válido, la hará salir. Digo yo...
Como inicié... me considero bastante normal en esto... por lo que válido me resulta creer que a todos nos debe pasar más ó menos lo mismo al reir... al reaccionar hacia aquello que nos hace tan humanos!
Loados sean Buster Keaton... Mel Brooks... Martin Feldman... porque bien sea que se valían de aquello que ahora llamamos Schadenfreude ó porque plantaron muy buenas semillas de risa "muy a Pavlov" en mi psique... ó por cualquier razón que sea porque a ellos puedo recurrir siempre por una sonrisa... por un momento de relax.
Una simple buena imagen... hace mucho, verdad?
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