Wednesday, August 12, 2009

Villanos

En las repeticiones que podemos disfrutar de la serie Batman, resulta esencialmente risible la perversidad de los malechores... justo antes de detallar la sagacidad y gallardía cuasi infantil de los héroes.
Pero no deja de asombrarme, por otro triste ángulo, que esos juicios que deparo para estos personajes nacen en la naturalidad con la que la misma industria del entretenimiento me ha llevado a asumir la bajeza en los malos.
La violencia, ese recurso extremo que tenemos los animales para resolver nuestros conflictos, ha llegado a ser una moneda de uso terriblemente común en nuestros días. El "mundo real", por más que queramos ignorarlo, está plagado de gente capaz de hacer palidecer a todos los archicriminales icónicos de Ciudad Gótica con lo que hacen antes del desayuno.
Ojo, no pretendo esperar que ese mundo de ficción rosa de la TV norteamericana de los 60 sea la realidad de este siglo XXI; sino hacer pública mi reflexión sobre lo escandalosamente grande que es la distancia entre esos malos y los de nuestro día a día, porque de alguna forma evidencia lo cuasi aceptable que hemos llegado a entender el desprecio por la virtud, el respeto, la rectitud y hasta la misma vida humana.
Ese reflejo de la dimensión intelectual y emocional del hombre que significa el arte y el entretenimiento nos enfrenta a evidencias claras que la cosa nos ha llegado a todos. Gusto del cine y la TV, allí encuentro, bondad de la clasificación de cada género y película, que los malos actuales en verdad aterran... pero los buenos, en la mayoría de los casos, lo hacen más.
Harry el sucio y sus derivados hasta The Shield me resultan mucho más indeseables que aquellos Guasón, Pingüino, Acertijo y Gatúbela.

Río, como todos, por lo ridículo de las acciones y reacciones que a diario veo por TCM... pero no deja de conmoverse algo claramente idealista dentro de mí al desear con tristeza que ojalá y fueran así los malos.

1 comment:

Nani said...

cierto que viéndolo así, ni malos parecen ellos ¬¬