Raiders of the Lost Bottle

Con el paso del tiempo se van ganando gustos particulares... ó refinando algunos en virtud de tener otras aspiraciones y posibilidades. Más allá del dinero, innegable condicionante para el ocio, el tiempo que se reserva para el disfrute es diferente... en cantidad y calidad.

Cuando comenzamos a ser verdaderos esclavos del trabajo, apreciamos mejor los chances de escapar de la rutina y de manera intencional cuidamos enriquecer esos "tiempos aristocráticos", como gustó llamarlos un viejo amigo en una memorable oportunidad.

Ultimamente nos ha dado por el vino, amén del cerdo y el argile; particularmente celebro el giro hacía ese lado porque puedo sumarme a nivel de igualdad con mis hermanos (en la cerveza y el escocés ni quería intentarlo... y el tequila nos mata muy rápido) ... ahora podemos quedar peos juntos, sabroso y sin ratón!
Además la variedad de opciones de vinos... hace que tengamos aún por delante muchas vinadas antes de lograr conseguir "el vino que siempre quiero beber".
Es un concepto que desarrollé cuando enseñaba cine: todos tenemos muchas películas que nos gustaron... otras que nos dejaron malos recuerdos... pero de seguro tenemos una que siempre queremos volver a ver. Eso quiero encontrar en los vinos!
Hemos paseado por varios Merlot... Malbec... Carmenère... Pinot... Syrah... Dao... estamos trabajando en ello! Nada de extraño tenga que me quede con un nunca suficientemente bien ponderado Oporto... ó algún extraviado Amontillado... Odín sabrá guiar nuestros pasos... ó tragos sería más justo decir? Sin despreciar otras posibles asistencias divinas; se aceptan colaboraciones!

Armado con mi Bati-Sacacorchos y siempre en compañía de quienes me quieren... ahí voy!

pd: la imagen no es referencial... es MI SACACORCHOS!!! JEJEJEJE