Thursday, May 08, 2008

Las Puertas...

Usualmente es mucho más sencillo entrar que salir... por variadas razones. Puede que nos confundamos por el número de resultados no deseados que hemos padecido tratando de alcanzar algo (nótese que el concepto me está resultando útil!), pero en verdad demanda mucho más trabajo el irse que el llegar... usualmente, enfatizo. Con todo y eso las puertas de entrada y salida generalmente se parecen mucho... muchísimo en verdad.
Cuando queremos estar allí por vez primera utilizamos toda nuestra energía, todos los recursos y todo el optimismo que logramos conseguir; los obstáculos los asumimos como retos y hasta llegamos a refugiarnos en la idea de "cada día que pasa es uno menos de espera".
Pero para irnos... tenemos que lidiar con todo el cúmulo de sueños que hemos construido sobre algún tipo de continuidad, de permanencia... porque necesariamente eso lo interpretamos como una muestra de establidad, de seguridad... de ausencia de incertidumbre que en el fondo se siente muy cómoda. Además, justo es reconocerlo, las inversiones que se hacen no sólo son de sueños abstractos y personales; también sabemos que implicamos a otros y que muchas veces nuestras soluciones, por bien intencionadas y hasta necesarias que las consideremos, afectarán sus vidas de forma repentina.
Tratamos siempre de hacer las cosas de la mejor manera posible... creo firmemente en eso. Más los resultados muchas veces no nos dejan satisfechos... Sin decir que necesariemente será así, me resulta válido señalar que suele operar de esa forma.
Por ello somos optimistas... y con el mismo ímpetu que ansiamos llegar, pretendemos quedarnos... eso hace que el camino de salida resulte tipicamente muchísimo más doloroso que la espera que pasamos para entrar.
El día a día se limita a la oportunidad de hacer las cosas bien... de justificar el privilegio de esatr allí... mientras la cosa funciona; sin embargo no tenemos respuestas para todas las preguntas, no todos los problemas tienen solución real. Asi que cuando la crisis se torna finalmente fuera de nuestro control... debemos entender que es el momento de partir.

Al final... todos sabemos que la situación de entrar, quedarse y salir es relativa, depende de donde estemos parados mirando la puerta... y muy en el fondo tenemos que aceptar que también refleja la dinámica de estar vivo.

Con todo lo dificil... oportuno es considerar entonces que atravesar esa puerta de salida es una oportunidad de evolucionar, de progresar; sin desconocer el alto precio que habrá que pagar enfrentemos que nada ni nadie es realmente imprescindible... el mundo propio y ajeno seguirá girando (acaso por mejores caminos) una vez que partamos; quizás esa idea nos ayude un poco.




Buena suerte Frank, Bienvenido Pep

1 comment:

telaine said...

En cuándo y por dónde...sé que lo difícil es decidir..es el parto cotidiano de todos ..Está bien el alma si el cuerpo aguanta