Decálogos

La idea de resumir la conducta correcta en diez simples normas, siempre me ha parecido algo extrema. Por un lado me sabe a un enfoque simplista si pretende servir de referencia válida para todas las instancias de la vida porque diez tópicos terminan dejando mucha zona intermedia en donde las escalas de grises terminan creando colores nuevos y por otro lado porque no deja de evidenciar una reafirmación de la concepción matemática más elemental dentro de nuestra tradición cultural, misma que entiendo muy particular y ciertamente poco evolucionada.
Ahora... a estos rumbos he llegado, justo es reconocer el origen del camino reciente, por la exquisita lectura de "Los Diez Mandamientos en el Siglo XXI" de Fernando Savater; allí su aguda revisión de los preceptos judeo-cristianos ilustra, entretiene e invita a posteriores consideraciones.
Inevitable fue recordar al Dios del Sinaí de Jardiel Poncela porque el eje de toda la controversia deriva de las diferencias esenciales entre los momentos y los colectivos en que fué asumido como válido el decálogo entregado a Moisés y el tiempo y mundo actual. Más, justo es reconocer que las pautas biblícas son facilmente cuestionables desde fuera de la fé... porque en el fondo sólo para los creyentes están escritas.
Adoro a dioses diferentes al de los católicos; entiendo como mi precepto básico la fidelidad... en el sentido real del tener fé en algo ó en alguién. Comparto con los musulmanes la importancia de dar de comer al hambriento porque al fin de cuentas es tu hermano... pero ciertamente me resulta divertido, en eso agradezco a Savater por su genial obra, ese contrastar de lo que teóricamente era lógico para aquel Dios contra lo que parece serlo ahora para los hombres.
Soy postmoderno... arrastro costumbres de esa educación cartesiana de causas y efectos identificables de los 70, pero no tengo problema en aceptar la validez de la incertidumbre y lo probabilístico expresado en la humanidad, lo esotérico y lo científico; encuentro en deidades ancestrales pautas mucho más amigables para esta vida porque estan formuladas como guías de ser individualmente en lugar de para un colectivo sujeto al cambio.
Como cerdo en Honor a Odín... me abstengo de vaca por Shiva... no descuido a mi hermano por Alá...
pero esencialmente disfruto y padezco, trabajo y descanso, aprecio y desprecio, creo y dudo, ignoro y amo... porque estoy vivo.