Tuesday, July 08, 2008

Una Boda

De entrada, por si entre los lectores hay alguien que no lo tenga claro, me disgustan las fiestas. Así, tajantemente... y reservo el tópico para otra entrada porque hoy me mueve el escándalo que me causó el protocolo involucrado en las invitaciones tradicionales de boda que se manejan, por lo menos aquí en Venezuela.

Los señores Fulanito y Sutanita en unión de Perencejo y Perenceja tienen el gusto de invitarle a la unión de sus hijos EsteNiño y EstaNiña que se realizará el día... (muchas cosas sin mayor trascendencia) ... nos encantaría que por lo menos nos acompañaras en la ceremonia religiosa. Recepción en el club del Brinco Loco que queda un poco más allá de pacaíta; Si quieres danos plata; entrada válida para 1 persona.

Obvio que mi resumen está algo hiperbólico; pero así de loco lo leo.

Para empezar... ese tipo de invitaciones ya sólo ha quedado para la gente con plata... y en los tiempos que vivimos esas bodas suelen no pagarlas exclusivamente los padres, como sugiere el texto modelo clásico. Como consecuencia, pareciera que los incialmente identificados son los que organizan y deciden sobre la boda y lo invitan a uno a ver cómo dos criaturas que no tienen el poder de decidir serán casadas.
Luego pareciera que a uno lo están invitando unos señores, que seguramente son muy respetables y respetados, pero con quienes muchas veces no manejamos ni un ápice de confianza. A menos que uno sea en verdad amigo, socio, compadre u otra cosa de los futuros suegros... uno suele ser amigo es del novio ó de la novia... ó de ambos en el mejor de los casos, pero rara vez de los padres de ambos. Y mirando del otro lado del espejo... qué contrayente quiere una fiesta llena con los amigos de sus padres?

Luego está lo de la concurrencia "por lo menos a la ceremonia eclesiástica" es una obligación de embuste implícita y explícita, porque creo que se debe invitar sin condicionantes... si quiero voy a uno de los episodios... ó a todos... ó a ninguno! Debería ser mi derecho. Acaso no soy el invitado? Eso de te invito pero por lo menos te quiero aquí... en el otro allá no haces tanta falta; lo siento una burla extraña.

Y para remate... "si quieres nos puedes dar plata", en cualquier versión me sabe a lo mismo... no te creas que sabes mejor que nosotros lo que queremos ó necesitamos tener.

De verdad que encontré tantas cosas a mi juicio cuestionables... que la mera justificación de que "es así" no me satisfizo.

Puede que alguien piense que estas reflexiones rápidas, confieso que comencé buscando algo más elaborado pero la pasión me traiciona, nacen de ser un viejo medio amargado... y tal vez tenga algo de razón ese alguien; pero creo que en mucho fui educado para ver más allá de las posturas... y para tratar, en serio, de ser amable y de procurar que mis invitados, cuando los hay, sean míos y estén los más cómodos posible.

La vida hizo que mi matrimonio escapara a esos convenios... loados los dioses por ello y muchas cosas más; así que con toda la bocota puedo decir que no lo hice así! Orgulloso estoy que llegué casi peo, que sólo había gente cercana y que cuando nos fuimos quedaba una buena reunión familiar de gente que no estaba, a mis ojos, obligada a mucho.

1 comment:

Nani said...

ser y dejar ser, Oscar, ser y dejar ser... Asi no estemos de acuerdo.
Saludos