Cuando Rick amenazó al Capitán Renault hacia los minutos finales de Casablanca, el francés le replicaba que como estaba apuntando a su corazón, lo hacía hacia su punto menos vulnerable. Esta situación era una más de las exquisitas líneas del film... pero con toda la arrogancia y cinismo que encierra, no deja de ser verdad que hay personas con corazones no tan vulnerables. Entre ellos no estoy, decididamente!
Por un lado, en aquella dimensión romántica, porque se me educó para ser sensible a la belleza y los años han reforzado esa debilidad haciéndome... enamoradizo; pero en la otra dimensión, la orgánica, porque sufro de hipertensión arterial.
Desde hace casi 15 años tengo presente que algo no anda muy bien con mi sistema circulatorio... un algo que puede causarme graves problemas si me descuido.
Vivir con hipertensión, como asumo que debe ocurrir con todas las dolencias de por vida, ha demandado una maduración de muchos conceptos para mí. En primer lugar necesario es saber que se es diferente a muchos... que se tienen limitaciones muy particulares... que hay que cuidarse en aspectos normalmente indiferentes para la mayoría.
Pero una vez que pasa el terror, si la sabiduría nos asiste, oportuno resulta aceptar que, como muchas otras cosas en esta vida, no se está tan solo en este viaje... que somos muchos, cuidado y mayoría! Lo que hace que cada día exista más y más gente ocupada en ayudar y que las fuentes de información se multipliquen exponencialmente.
De donde hay que comprender que las mejores oportunidades vienen si buscamos asesoría, si tomamos los medicamentos con la regularidad indicada y si dejamos de aterrarnos y de ignorar que tenemos un problema. Porque mientras no comenzamos a asumir cualquier situación indeseable como real... lo más probable es que la cosa siga empeorando.
Estas líneas, acaso inspiradas en lecturas locas de las normas ISO, en mucho son esa declaración explícita de aceptación del problema.
Hoy en día escucho los programas con especialistas invitados a ver qué nueva pieza de información me ofrecen, tomo mis medicamentos a diario y en la hora y consumo el jengibre con moderación y miedo.
He aprendido que el vivir bien hoy sólo es posible si ayer me preocupé de ello y si mañana quiero que continúe así.
Vale la idea para otras áreas también... verdad?
Entre las cosas que pueden matarte...
la que más chance tiene es tu propia ignorancia
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